Colaboración Ciudadana es un programa de radio que, como tantas otras cosas, se acabó convirtiendo en algo muy alejado de su idea de concepción original. Se creó con una perspectiva demasiado idílica y acabó siendo algo tan sencillo y simple como lo son las conversaciones entre amigos cuando se escuchan desde la mesa de al lado en cualquier terraza de cualquier bar. La idea primigenia fue proporcionar la radio como una herramienta creativa en manos de personas desconocidas entre ellas, las cuales enviarían a la emisora sus creaciones sonoras con la periodicidad que cada una de ellas estimase y allí, utilizando la técnica del collage, serían embutidas en una hora de radio semanal. Como suele ser habitual la participación del oyente se queda siempre en un plano pasivo y, visto el fracaso de la propuesta, el programa mutó hasta convertirse en un hiato en el que modales y corrección brillan por su ausencia.
Aunque el programa se gestó durante el último trimestre de 1999, la primera emisión no se produjo hasta el día 14 de Marzo de 2000, en Ràdio P.I.C.A., con el Doctor Arritmia al frente del programa en solitario. Su contenido fue básicamente la continuación de su participación en Delikatessen, programa realizado en la misma emisora junto a Brontë desde el 15 de Agosto de 1995 hasta el 2 de Noviembre de 1999. Seguía teniendo un papel fundamental la música, básicamente punk y hardcore, y algunos micro-relatos de facturación propia. La mecánica era la habitual en aquella época: conectar un micrófono a una pequeña mesa de mezclas, conectarla a un equipo de grabación y obtener una cassette de 120 minutos para evitar cortes en el metraje de una hora radiofónica. Esa cassette se entregaba en una librería de la ciudad condal donde se recogía posteriormente para ser radiada. Poco tiempo después el ritual se mantuvo con la única diferencia de la aparición de medios para poder grabar mediante un ordenador en un CD virgen.
La soledad frente al micrófono otorgaba muy poca jugabilidad, tras comprobar la nula participación desde el exterior por parte de la audiencia, por lo que un mes después del inicio, el 11 de Abril de ese mismo año, se unía al proyecto el Señor X. Justo una semana después de la emisión de un programa especial en el que el relato, titulado AM+FM+UHF, conformaba el total de la hora de emisión al completo. La posibilidad de dialogar dos personas ofreció una velocidad desmedida al contenido del programa, quedando relegada la música a un segundo plano. Y, aprovechando la perfecta sintonía que genera una amistad desde la infancia, pasó a convertirse en lo que ya siempre sería su principal seña de identidad: un disparatado mundo de humor absurdo, imprevisible e improvisado. Una hora semanal sin leyes ni pautas que fueran capaces de mantener bajo control lo que pudiera suceder. Con una sola norma: está totalmente prohibido pulsar el botón de pausa una vez iniciada la grabación del programa. La emisión sería en diferido, pero la grabación siempre a tiempo real. Un sucedáneo de un programa de radio en directo.
Aquella fórmula de radio canallesca parecía cuajar en Barcelona, y la participación de la audiencia empezó a crecer hasta el punto de que atender sus cartas ocupaba la totalidad del programa. Tanto es así que la frecuencia y la cantidad de cartas de algunos oyentes les hicieron tener su propia sección en el programa, incluyendo su correspondiente cuña para cada uno de ellos. Los contenidos podían recabar en la actualidad política del momento, si bien era bastante habitual cualquier devaneo que alejase la temática del foco de la noticia. Tan sólo la parte correspondiente al relato semanal del Doctor suponía un impass de calma entre la vorágine. Coincidió también en aquella época que el auge de Internet ocasionó que los sellos discográficos dejasen de enviar material promocional a las emisoras de radio, por lo que la música aún quedó más relegada en lo que a importancia se refiere, tomando mayor trascendencia en programas especiales que además servían para suplir periodos vacacionales en diferido. Y esa dupla el frente de los micrófonos se mantuvo hasta el verano de 2005 cuando, el Señor X, se sintió cansado para poder seguir adelante con el proyecto.
La siguiente temporada se inició el 13 de Septiembre con el Doctor aunando fuerzas a The Twisted Fucking Sister y, con su llegada, volvió a coger peso la música en el programa. Ella, además, siendo abogada dio pie a una sección dedicada a abordar los problemas que sufren los presos en régimen F.I.E.S. El programa varió a un formato más serio en gran medida, sin perder el estilo humorístico desarrollado en los cinco años anteriores. Pero poco duraría ya que, un mes después, el micrófono ubicado a la derecha de la mesa volvía a quedar vacante.
Como una señal del destino fue en ese punto cuando la idea original del Colaboración Ciudadana se materializó. El día 25 de Octubre de 2005 ese hueco en la mesa lo ocupó un oyente del programa de radio. Se cerró el círculo en el que el receptor se convertía en emisor. Adicto encajó perfectamente en la dinámica del espacio y, aunque no lo tuvo claro cuando el Doctor le propuso su participación durante una charla en el Bar Glaciar de la Plaça Reial, supo ganarse su sitio e impregnar de su peculiar estilo al contenido cada semana. Su particular forma de entender al mundo es ya una seña de identidad inequívoca. Es la marca de estilo del Colaboración Ciudadana.
Tal vez por desgaste empezaron a surgir tensiones con la emisora, Ràdio P.I.C.A., aunque también es cierto que en el pasado ya se recibieron cartas anónimas atacando al programa y a sus realizadores. Cartas que, pese a enviarse de forma anónima, mostraban claramente que su remitente era el director de la emisora. Pero se pasó página de aquellas amenazas e insultos. Sería al finalizar la temporada, el verano de 2006, cuando se produjo la expulsión fulminante, señalando que ninguna otra emisora aceptaría tener el programa en su parrilla. Un claro ejemplo de que la libertad de expresión no se mantiene ni siquiera a bordo de una radio libre. Fue un duro golpe en el seno del programa tanto la expulsión como la agresión física sufrida una noche en Barcelona.
Sin demasiadas ganas de continuar con el proyecto esa misma semana la emisora Contrabanda FM envió una invitación a formar parte de su emisora. Fueron las ventanas que se abren de par en par tras el ruido de un portazo inesperado. El protocolo de admisión requería la presentación de una maqueta y la posterior aceptación de la asamblea que coordina el funcionamiento de la emisora y, aunque varios de sus componentes eran oyentes habituales del Colaboración Ciudadana, se formularon todos los pasos necesarios para su incursión en Contrabanda FM en un muy corto espacio de tiempo. Por primera vez el programa sonaba en riguroso directo en la FM de Barcelona y sus presentadores disponían de un teléfono abierto al público en el estudio de grabación, lo que otorgaba un dinamismo aún mayor al contenido improvisado que allí acontecía durante una hora cada miércoles. Además empezó a ser habitual la presencia de oyentes durante la realización del programa, así como entrevistas presenciales a personajes como Francis Díez, cantante de Doctor Deseo.
En el cálido interior de Contrabanda FM se sucedieron un sinfín de temporadas radiofónicas, y su infraestructura permitía realizar en fechas señaladas programas bajando la radio a la calle. Una capacidad de trabajo ejemplar, y un increíble empeño en un proyecto real y tangible digno de todo elogio. Pero a su vez, y como suele suceder en situaciones similares, todas las responsabilidades de un colectivo de muchas personas acaban recayendo en cuatro o cinco con el cansancio y la frustración que ello supone. Y a principios del año 2015 la situación laboral y familiar del Doctor y de Adicto empieza a suponer un problema para coordinar la realización del programa. Siendo el 21 de Enero de 2015 la fecha de su despedida de la emisora Contrabanda FM.
Tras esa salida lo más importante era impedir que el tiempo pudiera truncar el periplo del Colaboración Ciudadana, y que ello diera paso al olvido. Por lo que en un tiempo récord se compró el material necesario para poder realizar el programa de forma independiente. Así como adaptar una página web, un podcast y la presencia en redes sociales para que los oyentes pudieran seguir escuchándolo cada semana a través de la red. Ya sin FM, pero manteniendo su formato online. Tan sólo dos semanas después de la despedida, el día 4 de Febrero de 2015, dio comienzo en formato podcast la nueva fórmula del Colaboración Ciudadana. Idénticos contenidos, el mismo humor surrealista e improvisado, pero ahora de una forma mucho más flexible al no tener que ceñirse a un horario ni a un día concreto de emisión. Y así sigue, en la actualidad, el programa de radio que 20 años después sigue siendo la fórmula más irreverente de todo el panorama radiofónico nacional.